Ni aire acondicionado, ni ventiladores ni agua con hielo. Contra el calor de estos días, el mejor remedio es una buena dosis de Cinefórum. Martes 10 de agosto y, de nuevo, un patio de butacas expectante acudió a la Oficina de Turismo de Islantilla.
1.- Marisa.- Magnífica propuesta de Nacho Vigalondo sobre la personalidad de una mujer que cambia, pero cambiar, no cualquier cosa, según se coloque en un lugar u otro.
2.- Mi amigo invisible.- Aparte de ser una buena película, deja en el espectador la sensación de como se lo han currado sus responsables para fabricar un ambiente de los años 80 tan perfecto.
3.- Mi otra mitad.- Beatriz Sanchís se pone al frente de la original forma de ver la vida de dos personas con problemas en la vista paralelos. Curiosa, original y llamativa.
4.- Mie2.- Hacer cine es difícil, pero aguantar una buena historia 20 minutos con sólo dos personajes lo es más todavía. Y encima para contar la historia de amor de un agorafóbico y una claustrofóbica.
5.- No te miento si adivinas lo que pienso.- En una ciudad cualquiera dos personas flirtean sin palabras, sólo con pensamientos, cuando salen a pasear a sus perros. A su director se le ocurrió la idea paseando por Lisboa, y "parió" una hermosa historia de amor de perros y humanos (pero no entre ellos, ojo).
6.- Nocta.- Sin necesidad de palabras, este corto de Iván Díaz se introduce con mucho acierto en una discoteca cualquiera, de esas que ponen canciones que no tienen partituras.
7.- Parenthesis.- Admitámoslo. Todos nos hemos montado alguna vez una película sobre lo que pasa en las casas de los vecinos. Aunque se podría aplicar a esta película eso de "a casa de nadie que no vaya nadie, porque nadie sabe como está nadie". La verdad es que es una buena cinta, y una prueba de que en cinco minutos se pueden contar muchas cosas.
8.- Pasionaria.- Recién muerto Franco todavía había gente que pensaba que las mujeres sólo servían para fregar, casarse y tener hijos. Lo malo es que hoy día pasa también. En fin, por encima de las ganas de partirle la cara al padre de la protagonista, la cinta nos traslada 35 años atrás para contar el feminismo desde el punto de vista de las adolescentes de la época. La noche acabo bien.
1.- Marisa.- Magnífica propuesta de Nacho Vigalondo sobre la personalidad de una mujer que cambia, pero cambiar, no cualquier cosa, según se coloque en un lugar u otro.
2.- Mi amigo invisible.- Aparte de ser una buena película, deja en el espectador la sensación de como se lo han currado sus responsables para fabricar un ambiente de los años 80 tan perfecto.
3.- Mi otra mitad.- Beatriz Sanchís se pone al frente de la original forma de ver la vida de dos personas con problemas en la vista paralelos. Curiosa, original y llamativa.
4.- Mie2.- Hacer cine es difícil, pero aguantar una buena historia 20 minutos con sólo dos personajes lo es más todavía. Y encima para contar la historia de amor de un agorafóbico y una claustrofóbica.
5.- No te miento si adivinas lo que pienso.- En una ciudad cualquiera dos personas flirtean sin palabras, sólo con pensamientos, cuando salen a pasear a sus perros. A su director se le ocurrió la idea paseando por Lisboa, y "parió" una hermosa historia de amor de perros y humanos (pero no entre ellos, ojo).
6.- Nocta.- Sin necesidad de palabras, este corto de Iván Díaz se introduce con mucho acierto en una discoteca cualquiera, de esas que ponen canciones que no tienen partituras.
7.- Parenthesis.- Admitámoslo. Todos nos hemos montado alguna vez una película sobre lo que pasa en las casas de los vecinos. Aunque se podría aplicar a esta película eso de "a casa de nadie que no vaya nadie, porque nadie sabe como está nadie". La verdad es que es una buena cinta, y una prueba de que en cinco minutos se pueden contar muchas cosas.
8.- Pasionaria.- Recién muerto Franco todavía había gente que pensaba que las mujeres sólo servían para fregar, casarse y tener hijos. Lo malo es que hoy día pasa también. En fin, por encima de las ganas de partirle la cara al padre de la protagonista, la cinta nos traslada 35 años atrás para contar el feminismo desde el punto de vista de las adolescentes de la época. La noche acabo bien.
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