Una historia que se puede extrapolar a cualquier lugar de España donde está esa mujer que lleva por bandera todo lo suyo tirando por tierra todo lo que tiene el vecino. Una historia para reflexionar sobre lo poco que hemos avanzado en moral en España, y que pone un punto y seguido en el cine que lucha por la igualdad en todos los sentidos.
Son muchas las películas y reportajes que se han hecho sobre lo que lleva a las personas a embarcarse en una patera y cruzar el mar para llegar a España. La originalidad de este documental reside en que se adentra en el origen de las personas que sueñan con el viaje, y el trabajo que se hace en su tierra para evitar estos suicidios masivos.
Se puede decir mucho sobre esta película, pero se resume en que el director, Raúl Cerezo, se lo ha currado. Trece minutos de tensión sin una sola palabra, con una música fantástica que encoge el estómago del espectador. Gran cinta.
En Sofía, se mantiene uno de los pocos cines del mundo que sigue proyectando cine mudo, mientras se audiodescribe en vivo en la misma sala. La película recorre la historia del edificio, como se salvó de la ruina, y la influencia que ha tenido en la cultura búlgara con el paso de los años.
A las playas gallegas llegan cada año miles de jóvenes de todo el mundo para participar o ver en vivo una de las pruebas de surf más importantes del mundo. El documental es interesante, porque cuenta desde dentro todo lo que rodea a este deporte y sus fans.
Tiene ciertas similitudes con Nubes, la película que abrió la noche, por aquello de esconder los problemas para no alertar la moral del vecino. La pelea entre una mujer y su madre de cara al ingreso de su hijo en un centro especial. Música deliciosa y bonito fin de fiesta.
Gente, nos vemos el martes.
NO SE ve la foto de ocho.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Un saludo.