viernes, 30 de julio de 2010

Seis películas más, seis oportunidades más de gozar de buen cine bajo la luna de Islantilla

Casi sin darnos cuenta, hemos llegado al final de la primera parte de este año del Festival Islantilla Cinefórum. Bueno, casi sin darnos cuenta el mundo en general, porque el trabajo está siendo intenso, aunque cuando se trabaja a gusto da la impresión de que la vida es ocio. La del jueves 29 fue otra noche para recordar y otra lista de títulos para tener difícil la selección final.


1. La playa de Berlín. Cannon Beach.- Tinka Fürst y Garret Kean se suben a un autobús para protagonizar la película más larga de este año hasta el momento (25 minutos), pero que al espectador se le hizo corta. Algo tendrá.

2.- La posibilidad de vivir.- Tiene que ser muy complicado retratar una atmósfera de claustrofobia y desesperación como lo hace esta película. Nadie se movió de la butaca. Bien por su director, Agustín Martínez.

3.- La rubia de Pinos Puente.- Buena historia sobre las relaciones de una pareja cualquiera en una ciudad cualquiera, desde que se conocen hasta que la relación se va deteriorando, hasta que al final, bueno el final hay que verlo, que tampoco es cuestión de contarlo todo. Eso sí, magnífico el uso de la cámara de Vicente Villanueva, y como hace que el espectador, sobre todo en los exteriores, se sienta uno más en la conversación.

4.- La sombra del bambú.- La animación, el blanco y negro y toda la simbológía que siempre da lo relacionado con los samurais nos regalaron un cortometraje magnífico hecho bajo la batuta de Francisco A. Peinado.

5.- La última boda.- Pues para los que no nos gustan las bodas, todo un acierto la peli, que refleja el estado de ánimo de cualquier persona o grupo de ellas ante una celebración. Encima, la que se casa es la ex novia de uno de los invitados. La película se pasa volando, y el final que Jorge Tsabutzoglu inventó para relajar todas las tensiones es muy original.

6.- Lágrimas en el café.- La película genera debate, aunque si hablamos del debate que generó tendríamos que contar el final, por lo que recomendamos a quien pueda que la vea y la disfrute. Realización, imagen, sonido y guión de largometraje de Goya. Mercedes Hoyos lo borda, y José Chaves deja al público con ganas de partirle la cara, es decir, que lo hace perfecto. Por qué estos dos actores no tienen más cartel a nivel nacional es todo un misterio.

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