Pues parece de entrada una película más de la España profunda, pero según corre el metraje nos encontramos con una cinta de una calidad tremenda, un sonido espectacular, y un argumento que hace que el público aguante el aliento.
Bonita y realista historia de un amor imposible entre dos jóvenes con matrimonios concertados previamente por sus familias. Una historia con el Islam de fondo, pero que se puede aplicar a cualquier familia de cualquier religión, en la que el dinero y las apariencias valen más que los sentimientos. Bonita cinta.
En España hay 45 millones de personas. Las 44.999.930 que no han ido esta noche al cinefórum de Islantilla se han perdido uno de los mejores cortos de los últimos años. Tenemos posible finalista. Veremos.
Originalísima idea de una película sobre una chica independiente y un soltero madrero que se comunican a través del túnel que crean sus lavadoras. Sonrisas en la sala. Y muchas.
Vaya estrés de película bien hecha, con el aliciente añadido de mandar el mensaje habitual de que la mejor forma de vencer un miedo es enfrentarse a él.
En cintas como esta, todo tiene su mérito, aunque la música que acompaña a la acción es adecuada en cada fotograma. Los niños están geniales en sus papeles, y el miedo es miedo miedo. O suspense, vaya.
El encanto del cine argentino. Buen fin de la noche, y mucho argumento en sólo cinco minutos.
Hasta el jueves.
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